Este mes de julio han finalizado las obras de instalación de un nuevo sistema que permite recuperar el calor generado en la planta de aprovechamiento energético de biogás situada en el depósito controlado de de la Vall d’en Joan, en el Garraf, y gestionada por TERSA.

Con el sistema recientemente implantado, se aumenta la capacidad de aprovechamiento de la energía (calor) que producen los motores de cogeneración, cuya tarea principal es generar electricidad a partir de biogás. La energía calorífica recuperada se suministrará a la planta de evaporación de concentrados (el subproducto líquido de los residuos), situada en el mismo depósito controlado, para que se utilice en el proceso de secado de lodos.

La actuación, que se ha llevado a cabo en los últimos dos meses, ha consistido en la incorporación de tres economizadores de calor, que se han colocado en la salida de gases de los motores de cogeneración 1, 2 y 5 de la planta. Además, se ha ampliado la capacidad del circuito de recuperación de calor.

La medida, enmarcada dentro del compromiso de la AMB de mejora continua e innovación y gestionada a través del Grup TERSA, tiene como objetivo optimizar el aprovechamiento de recursos y aumentar, así, la eficiencia energética de la instalación.

 El biogás como fuente de energía, ejemplo de economía circular

El antiguo vertedero de la Vall d’en Joan, que actualmente encara la fase final de clausura, ha contado desde el inicio de su restauración con una red de captación y una planta de aprovechamiento del biogás resultante de la descomposición de los residuos orgánicos que durante casi 30 años ha estado recibiendo.

Esta instalación, de titularidad de la AMB, utiliza el biogás, rico en metano, como combustible para la generación de electricidad, que posteriormente se vende a la red.

En 2019, la planta de aprovechamiento energético captó 7.729.476 Nm³ de biogás y generó 12.954 MWh de energía eléctrica 100 % renovable, el equivalente al consumo de 10.000 habitantes del territorio metropolitano.

TERSA gestiona la planta de aprovechamiento desde 2018, tras asumir el encargo de parte de la AMB. Esta empresa pública, que gestiona diversas instalaciones de tratamiento de residuos en el territorio metropolitano, está participada por la AMB y el Ayuntamiento de Barcelona.